Justo esa estrechez del espacio de negociación, el desdén, la ausencia de supervisión y la distancia de la capital, así como el abuso y la impunidad de las autoridades locales que buscaban sacar provecho de toda oportunidad, marcó el destino de muchos de sus habitantes. Y como en muchas sociedades, fue un espacio donde las fisuras del sistema permitían a unos y otros sacar provecho en diferentes vías. Robos, chantajes, contrabando, violación, entre otros; pero también resistencia, dignidad, sobrevivencia y movilidad social.