Diario de una soledad

especialmente en la poesía—, una especie de diálogo entre Dios y yo, debe presentar una resolución antes que un conflicto. El conflicto está ahí, por supuesto, pero se resuelve por medio

Cómo es posible aceptar una muerte semejante? ¿En qué nos hemos convertido, cuando quitan de en medio a las personas como si fueran escombros, como si una vida entera de trabajo, dignidad y respeto pudiera desecharse a su fin igual que una vieja lata de cerveza

Toda la paz que conozco proviene de la naturaleza, de sentirme parte de ella

Estoy rompiendo mi cáscara interior de nuevo, incluso he escrito un par de páginas, y así vuelvo a adentrarme en la depresión.

Vivo sola, tal vez sin otro motivo que afirmarme como criatura imposible

no soy capaz de encontrarme a mí misma dentro

estoy sola, puedo mirar las flores de verdad, puedo prestarles atención

primera vez en varias semanas, estoy aquí sola para retomar mi vida «real»

Desde entonces he hecho grandes esfuerzos para controlarme y, a veces, lo he conseguido. Aun así, había cosas entre X. y yo que no podían resolverse, pues se trataba de un choque no solo de temperamentos, sino de valores fundamentales, de la visión de la vida en sí misma.

«La gente quiere ser como tú y cuando se da cuenta de que no es posible, entonces quiere matarte».