Alá no está obligado

Y cuando ya no se tiene a nadie en la tierra, ni padre ni madre ni hermano ni hermana, y se es pequeño, un lindo pequeño en un país jodido y bárbaro donde todo el mundo se degüella, ¿qué se hace?

“Es otra prueba de Alá (prueba significa lo que permite juzgar el valor de una persona), Alá te reserva una dicha extra en su paraíso porque te golpea otra vez aquí en la tierra con una desgracia complementaria

Alá no agobia en vano. Te hace sufrir en la tierra para purificarte y otorgarte mañana la dicha eterna, el paraíso

nosotros y la felicidad cesamos de estar en el mismo pueblo (así dicen los indígenas negros prietos para expresar que se perdió la dicha).

—Puéh, los licaones son perros salvajes que cazan en grupo; se lo tragan todo: padre, madre, todo de todo. Cuando acaban de repartirse a una víctima, cada licaón se retira para limpiarse. Y si alguno regresa con sangre en el pelaje, aunque sea una gota de sangre, es considerado como herido y, por lo tanto, engullido inmediatamente, ahí mismo, por los demás

¡Walahé! ¡Walahé! ¡Bisi milai ramilai! (¡en nombre de Alá el clemente y el misericordioso!).

En las guerras tribales, un poco de carne humana es necesario. Vuelve el corazón duro, duro, y protege contra las balas. La mejor protección contra las balas silbantes, tal vez es un poco de carne de hombre. Por ejemplo, yo, Tieffi, nunca voy al frente, nunca voy a un combate sin una calabaza (un tazón) de sangre humana. Un calabaza de sangre humana me revigoriza; me vuelve feroz, cruel y me protege contra las balas silbantes.

El viejo dictador Houphouët- Boigny, quien desde hacía lustros cumplía con ese papel, estiró la pata entre tanto (estirar la pata es reventar). A su muerte dejó a sus derechohabientes una de las más colosales fortunas de África negra, ¡más de tres mil quinientos millares de francos CFA!

A pesar de las amputaciones de manos de numerosos ciudadanos sierraleoneses, el pueblo bajo sierraleonés se entusiasmaba con el voto. Creía que el voto pondría fin a su martirio (martirio significa pena cruel, gran sufrimiento físico y moral). Fue una ilusión. Todo mundo fue a las casillas de voto; incluso los numerosos mancos, sobre todo los mancos, de todas maneras los mancos votan. Entraban a la cabina electoral con un amigo o hermano para cumplir su deber.

Mejor amputar de una vez a los ciudadanos bebés, pues son futuros electores