Aquella mujer llevaba la magia en las venas. Grant MacCallum necesitaba el poder de Kylia Drummond. ¿Cómo si no iba a encontrar al traidor del clan? Lo que no esperaba era que aquel viaje junto a la bella bruja provocara tanta magia, algo que le hizo desear pasar el resto de su vida al lado de Kylia. Kylia siempre había sabido que llegaría aquel momento; un terrateniente con los ojos llenos de tristeza acudiría a ella en busca de ayuda. Aquello era simplemente el destino. Por eso, cuando Grant le propuso hacer aquel viaje, ella se limitó a aceptar. ¿Habría cometido un gran error al abandonar el Reino Mítico…?