Nietzsche y la crítica anti-metafísica

sta decisión consiste en que el abordaje de este último punto significaría una, si bien extremadamente interesante, también significativamente extensa e intensa labor. Por otro lado, vale señalar que el presente trabajo parte de la premisa que considera que el abordaje de las diversas interpretaciones de la anti-metafísica nietzscheana carecería de sentido si no estuviese precedida de un minucioso análisis de la propia crítica de Nietzsche, tal como es expresada por el mismo.

La mención de esta dicotomía interpretativa, sin embargo, pareció pertinente con el fin de ilustrar esta característica típica

Nietzsche abrió un camino hacia otro tipo de concepción filosófica, llámese anti-metafísica, vitalista o perspectivista; esto es, quizás, lo verdaderamente valioso. Como dijo Saint Exúpery a través de su Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”; en Nietzsche también lo es, y, además ¿por qué no cuestionarnos acerca de su misma existencia?

Este punto de la filosofía de Nietzsche le ha costado caro en muchas ocasiones, no obstante resulta imprescindible volver a aclarar el hecho de que esta valoración superior que él otorga a su propia interpretación no convoca a ninguna noción de esencia o verdad absoluta.

La necesidad de aferrarse a conceptos y verdades generales o universales representa, en Nietzsche, la manifestación de la debilidad, enfermedad, reactividad: todas estas, condiciones desvalorizadas en la filosofía nietzscheana.

El superhombre es, además, un artista: al afirmar la diferencia es capaz de crearse y crear a travé s de ella.

El superhombre de Nietzsche padece la sed en el desierto y no busca amparo en el espejismo de un oasis que le saciará ilusoriamente el ansia de agua.

Son las fuerzas reactivas (que se abocan a la negación del devenir) las que despliegan esta actitud de resentimiento frente a la vida. Y la metafísica, junto con la religión y la moral son manifestaciones de esta voluntad que niega: que niega la diversidad, lo dionisíaco, la subjetividad y la diferencia.

El empirismo nietzscheano apunta a negar la verdad que supera toda sensación, a refutar el Mundo de las Ideas platónico,

Leer a Nietzsche es un placer casi indescriptible; sus muchas veces inquietantes aforismos abren al lector una visión poética de la vida, mientras que sus ensayos otorgan los fundamentos que explican el porqué de esa visión.

En efecto, en la filosofía nietzscheana se da un paralelismo entre la afirmación de la vida (para lo que se requiere de fuerzas activas) y la capacidad de crear y autocrearse. En el fluir constante del tiempo, el hombre se va autocreando en su subjetividad, así como creando perspectivas desde las cuales apreciar y valorar la verdad.