Primero aparecieron los tres perros, Campanilla, Jésica y Chispa, y después los cerdos, que se tendieron en la paja delante de la plataforma. Las gallinas se encaramaron en el alféizar de las ventanas, las palomas revolotearon hasta las vigas, las ovejas y las vacas se echaron detrás de los cerdos y se pusieron a rumiar. Los dos caballos de tiro, Boxeador y Trébol, entraron juntos, caminando muy despacio y apoyando con mucho cuidado los enormes cascos peludos por miedo a que hubiera algún pequeño animal oculto en la paja.