«¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño?».
Proverbios 30-4
b9183049347membuat kutipan4 tahun yang lalu
Era costumbre de todo aldeano acaudalado, cuya tenencia de la tierra estuviera garantizada por censo o de cualquier otra manera más permanente que la del simple campesino,[6] tener un par de estos bancos para el momento de su propia muerte