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Stefan Zweig

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

  • emembuat kutipan4 tahun yang lalu
    Después de aquel momento de exaltación sentimental, toda palabra nos parecía vana.
  • Georgina Lopezmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    Todo puede adivinarse en esas manos, en su manera de esperar, de coger, de contraerse: al codicioso se le reconoce por su mano parecida a una garra; al pródigo, por su mano blanda y floja; al calculador, por su muñeca firme; al desesperado, por la mano temblorosa; cientos de temperamentos se descubren con la rapidez del rayo, ya en el modo de tomar el dinero, si lo estruja o lo agita nerviosamente, ya si, abatido y con mano fatigada, hace indiferente una apuesta en el tapete verde
  • Georgina Lopezmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    con frecuencia me he dicho a mí misma, hasta volverme loca, cuán poca importancia tiene, dentro de una larga existencia, el haber obrado mal en una sola ocasión. Pero no podemos librarnos de eso que llamamos, con expresión bastante vaga, «conciencia»
  • Georgina Lopezmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    «Tiene usted toda la razón: la verdad a medias no tiene ningún valor; sólo la tiene la que se expone íntegramente. Me esforzaré cuanto sea necesario para no disimular nada ni ante usted ni ante mí misma. Venga después de la cena a mi habitación; a mis sesenta y siete años, estoy a cubierto de toda maledicencia. Hablar en el jardín o en la proximidad de otras personas no me es posible. Puede usted creer de veras que el decidirme a ello no ha sido para mí nada fácil.»
  • Georgina Lopezmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    Pero a mí me parecía divertido sostener una opinión opuesta y defendía enérgicamente la posibilidad y aun la verosimilitud de que una señora, tras varios años de matrimonio, decepcionada, hastiada, se sintiese íntimamente predispuesta a una aventura de ese género.
  • Georgina Lopezmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    La mayoría de los hombres poseen escasa imaginación. Todo lo que no les afecta de una manera inmediata y no hiere directamente sus sentidos, cual dura y afilada cuña, apenas logra excitarles; mas si un día, ante sus ojos y en una proximidad palpable, acontece algo insignificante, estallan inmediatamente con una pasión desmesurada. Entonces, en cierto modo, su apatía se trueca en vehemencia frenética y extemporánea.
  • Frank Ramírezmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    La vejez no significa nada más que dejar de sufrir por el pasado.
  • Gilberto Julio Marquina Castillomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    La vejez no significa nada más que dejar de sufrir por el pasado.
  • Gilberto Julio Marquina Castillomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    no existía, pues, ningún otro testigo contra mí que mi propio recuerdo.
  • Gilberto Julio Marquina Castillomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    El tiempo, sin embargo, posee una fuerza profunda y la vejez un poder singular para quitar intensidad a los sentimientos. Vemos acercarse la muerte, su negra sombra se proyecta ante nuestros pasos, y entonces los hechos se nos aparecen más amortiguados, no penetran tan profundamente en nuestros sentidos y pierden mucho de su peligrosa virulencia.
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