El psicólogo Carl Rogers define a la persona que ha alcanzado los niveles más altos de evolución psicológica como "una persona plenamente funcional". Es alguien que disfruta de un alto nivel de autoestima y satisfacción personal, y que está segura de sí misma y del mundo. La característica más identificable de una persona plenamente funcional es que nunca tiene una actitud "defensiva".
La persona plenamente funcional no cree que tenga que justificarse o dar explicaciones a los demás. Es considerada con las opiniones ajenas, pero vive su vida de acuerdo a sus propias opiniones, sentimientos, valores e ideales. Es cálida, gentil, feliz y encantadora, y de ella se dice que tiene "una personalidad completamente madura y plenamente integrada". Siente que no tiene nada que demostrar a nadie