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Mercedes Halfon

Diario pinchado

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  • Josué Osbournemembuat kutipan20 hari yang lalu
    Sábado 30, tarde

    ¿Cómo puede fugarse todo ese aire por un orificio del tamaño de un alfiler?
  • Josué Osbournemembuat kutipan20 hari yang lalu
    Sábado 30, tarde

    ¿Cómo puede fugarse todo ese aire por un orificio del tamaño de un alfiler?
  • Josué Osbournemembuat kutipan20 hari yang lalu
    Martes 26 de mayo, Kreuzberg

    Salí sola. Compré en una librería una postal de Walter Benjamin. Es la clásica foto blanco y negro en la que está mirando hacia abajo y tomándose la pera con una mano en la que tiene un cigarrillo encendido. La vendedora no hablaba inglés, yo no hablo alemán, nos entendimos con sonrisas. Era mediodía y caminé bastante hasta llegar a un bar que me resultó agradable. Me senté a leer en una mesa en la vereda, con las piernas cubiertas con una de las mantas de polar que amablemente dejan ahí. Cuando el sol se escondió tras unas nubes plomizas, pedí la cuenta
  • Josué Osbournemembuat kutipanbulan lalu
    Es que la poesía nunca me pareció algo fácil, como no es fácil el amor, ni mucho menos la distancia, aunque estos sean los temas de la poesía por excelencia
  • Maggiemembuat kutipan9 bulan yang lalu
    Ahora me doy cuenta de que el regalo quería decir: Arreglate sola. Finalmente lo hacía.
  • Maggiemembuat kutipan9 bulan yang lalu
    Existieron escuadrones de mujeres, las Trümmerfrauen
  • Maggiemembuat kutipan9 bulan yang lalu
    Es el número de una rifa, con el 321 impreso en violeta. Miré la cifra y pensé que parecía un conteo, lo previo a un gesto, un grito, una explosión
  • Maggiemembuat kutipan9 bulan yang lalu
    Sacudió la cabeza como diciendo siempre igual
  • Maggiemembuat kutipan9 bulan yang lalu
    El S-Bahn nos dejó a pocas cuadras. Fuimos por un camino que Franziska conocía; me dijo que la entrada estaba algunos metros más allá. El entorno iba volviéndose menos urbanizado, hasta que llegamos a las puertas del bosque. Íbamos con dos mochilas cargadas a tope. Comida y bebida para un picnic, mantas para recostarnos, libros y una cámara de fotos que sacaba de la casa por primera vez. Era el día más caluroso desde que había llegado a Berlín; me toqué la parte de arriba de la cabeza y estaba hirviendo. Pero al entrar al bosque, los árboles habían detenido el sol y el aire se tornaba perfumado y húmedo. Caminamos lentamente escuchando el sonido de nuestras zapatillas contra la tierra. Un sonido seco pero mullido
  • Maggiemembuat kutipan9 bulan yang lalu
    intentar que se diluya mi malestar en el lago, como un cubito de hielo
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