La Ruta Interior

El arte no era sino la contemplación del mundo en el estado de gracia y de iluminación; el arte revelaba a Dios detrás de cada objeto.

¿Cuales eran las sensaciones que le gustaban y que buscaba y de cuales huía? ¿Cuales eran sus debilidades, sus, secretos? ¿Cómo era cuando reía, cuando dormía, cuando lloraba y cuando besaba?

Estaba loco, como lo está todo creador.

"Pronto silbará el viento sobre mi tumba negra".

¡Que bondadoso y autentico todo lo que me escribiste, como me llama dolorosamente tu amor cual infinito sufrimientos e infinito reproche!

La tarde transcurrió como un año en el paraíso.

¡No había objeto en la tierra que no mereciera ser pintado! ¡Ni mujer que no debiera amarse! ¿Porque existía el tiempo? ¿Por qué esa imbécil sucesión en lugar de una satisfactoria y ebria simultaneidad?

"¡Guárdame de la noche y del dolor,

Tierno candil, fosforescencia amada!

¡Es de la luna tu preciso albor,

sol rutilante, luz inmaculada!

En realidad, se temía solamente una cosa; dejarse caer, el salto en lo incierto, ese pequeño salto por sobre todas seguridades que existían.

¡Oh, idea maravillosa; una vida sin miedo! Vencer el miedo, he ahí la felicidad, la liberación.