Cuaderno esclavo

una persona crea a la otra o una persona deforma a la otra.

Si intento reconstruir de memoria los contenidos de ese otro cuaderno, si estos se filtran incluso involuntariamente en mi escritura, si no pienso en él, y aun así lo domina, ¿es este cuaderno un esclavo del otro?

Siento que de forma inevitable, todo lo que escriba aquí va a cargar con las ideas que creí fijar en ese cuaderno perdido.

una vez más estoy en contacto con lo que buscaba cuando recién empecé a escribir. Esa época en que quería tocar con las palabras todo lo que me estremecía, nombrarlo y ponerlo en un lugar mental, como en un museo de historia natural, el museo del amor de Daniel Johnston o las anotaciones y dibujos de un naturalista viajero del siglo xix. Una época en que sentía que cuando escribía estaba poniendo por escrito lo que me habría gustado leer. Un libro que al ser hojeado me hiciera sentir como un Claudio Gay de las emociones, como una Marianne North de los afectos, o un Alexander von Humboldt del universo sensible.

Digo que íbamos a juntarnos para pactar los términos del fin de nuestra relación, pero la verdad es que en ese momento no sabíamos qué íbamos a hacer.

Bolero, punk, house, metal, axé, kwaito, reggaetón, son solo palabras, palabras llenas de amor por la vida y el más auténtico sentido de lo humano.

El origen del lenguaje está en la canción y los orígenes de la canción en la necesidad de llenar el inmenso vacío de la experiencia humana.

Connolly declara: We love only once, for once only are we perfectly equipped for loving: we may appear to ourselves to be as much in love at other times–so does a day in early September, though it is six hours shorter, seem as hot as one in June. And on how that first great love-affair shapes itself depends the pattern of our lives.14 En el margen de la página Evelyn Waugh escribió: Nonsense. ¡Tonterías!

Imagino un libro o una novela donde se cita un centenar de obras, atribuidas o no, una novela donde se discuten las cualidades de tal o cual autor, reales e imaginarios.

la diferencia más notoria entre los poetas de occidente y oriente está en que los poetas occidentales se recomiendan a sí mismos como amantes y los poetas orientales se recomiendan a sí mismos como amigos.