Ella comenzó a sucumbir ante las expertas caricias de su amante…
Samantha Wilson no había olvidado el dolor de haber sido rechazada por Leo Morgan-White en su adolescencia. Pero, cuando el imponente millonario le ofreció una forma de poner fin a las deudas de su madre, no pudo negarse.
El trato que Leo le proponía era fácil. Samantha tenía que fingir ser su prometida para ayudarle a conseguir la custodia de Adele, hija de su difunto hermanastro. Sin embargo, para Leo, la inocencia de Sammy fue un soplo de aire fresco en su cínico mundo, hasta que la tentación de satisfacer su deseo por ella se volvió irresistible.