Hermanas del ñame

Esta acción les muestra a todos los observadores de nuestra realidad social que las mujeres negras merecemos cariño, respeto y afirmación constante.

la «contaminación auditiva» y cómo podíamos lastimar los oídos y los corazones de los demás cuando les hablábamos de forma grosera.

Notemos que, en este contexto, se considera que una persona es una buena madre o padre en la medida en la que tienen el poder de controlar el comportamiento del hijo.

En una sociedad sexista en la que se culpa a las madres por cualquier problema que surja en los hijos, es lógico que las madres negras sintieran que debían afirmar el control sobre sus hijos de manera opresora y dominante. De lo contrario, ¿cómo iban a poder «probarle» a los demás que eran buenas madres? Desean fundamentalmente ser intachables.

Como resultado, las personas negras no construimos dinámicas de autoafirmación. En su lugar, desarrollamos estrategias para evitar el castigo. No existen investigaciones que analicen las consecuencias de mirarnos a través de
la perspectiva negativa de los colonizadores/opresores

Por ende, en la sociedad patriarcal era socialmente aceptable que todos los hombres (los hombres negros no era la excepción) mintieran y engañaran para mantener su poder sobre las mujeres.

Sin embargo, ha llegado el momento en que debemos examinar hasta qué punto el engaño y el disimulo se han expresado en las normas sociales con las que nos relacionamos entre nosotros.

La opresión racial, particularmente en sus expresiones más violentas como el linchamiento y el asesinato de personas negras, les dejó claro que debían tener cuidado con decirles la verdad a los blancos.

Un proverbio jamaiquino popular citado entre esclavos instaba a las personas a «hacerse tontos para ponerse vivos»

Podemos practicar la amabilidad con las demás siendo amables con esa pequeña parte de nosotras que resulta difícil de sobrellevar, aprendiendo a ser más generosas con la valiente y herida niña que llevamos dentro, exigirle que no haga tantos esfuerzos pantagruélicos por sobresalir.