Apoya su sonrisa sobre la mía y el restaurante estalla. A nuestro alrededor, las personas se levantan de las sillas y, cuando alzo la vista, me doy cuenta de que los hombres que estaban sentados en la esquina son papá y Diego con pelucas; las mujeres de la mesa del fondo son mamá, la tía María, Ximena, Jules y Natalia; y la mujer que vi en el pasillo del baño sí era Ami. Toda mi familia está en el restaurante y ahora se paran para aplaudirme como si fuera la mujer más afortunada del mundo. Y puede que lo sea.
de mera película