Douglas Wilkes se establecio en Portland, abrió un saloon y ganó mucho dinero. Mientras tanto educó a sus hijas en San Francisco, cuando hubieron acabado de estudiar les mandó recado de ir con el a Portland. Ellas pensaban que su padre era bueno, no sabían que él las quería para ganar dinero en su saloon. En el viaje conocieron a Davis, Theresa la mayor se enamoró perdidamente de él y pensaba que sería él quién la vengaría.