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Ana María Shua

Fenómenos de circo

En este circo podrán contemplarse el extraño caso de la novela enana, acróbatas que dan saltos mortales fuera de la realidad, humanos amaestrados, malabaristas de verbos y un ángel trapecista. En este circo se verán seres mitológicos contratados a regañadientes y personajes que se equivocaron de género literario. Los lectores se morderán los labios con el difícil equilibrio del amor, el drama del payaso, el increíble origen de la vida y la espeluznante sociedad del espectáculo. Y no, no hará falta que “pasen y vean” porque ya sospecharan que la vida es circo.

Ana María Shua cuestiona, una vez más, los límites convencionales de la narración en esta colección de microrrelatos que se articulan a través de la metáfora del circo, de sus oficios, sus monstruos, sus animales y su historia. La autora argentina, máxima exponente del género, presenta con sutil lirismo y punzante sentido del humor el destino del ser humano y nos permite mirar de frente, como en la arena circense, la desafiante y extraña realidad.
95 halaman cetak
Pemilik hak cipta
Bookwire
Publikasi asli
2016
Tahun publikasi
2016
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Kutipan

  • Rafael Ramosmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    Murió a los ochenta años, haciendo reír hasta el final. Se dice que podía responder a las pullas, comentarios y bromas del público, con citas de Shakespeare. Más extraordinaria que su hazaña es la idea maravillosa y tal vez fantástica de que su público fuera capaz de reconocer esas citas como auténticas o impugnarlas como apócrifas.
  • Rafael Ramosmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    En 1772 un espectador inglés anotó en su diario que vio a Richardson devorar carbones encendidos y azufre en llamas, además de cocinar ostras a la brasa adentro de su boca. Según cuenta Harry Houdini en su libro Traficantes de milagros, también bebía o fingía beber un vaso de cerveza convertido en vidrio derretido. Uno de sus sirvientes lo hizo caer en el descrédito delatando sus trucos. No todos sus actos, sin embargo, eran engaños. Aunque nada se sabe al respecto, murió sin lugar a dudas.
  • Rafael Ramosmembuat kutipan3 bulan yang lalu
    En la realidad, estaba casado con Baby Bunny Smith, una mujer gorda que llegó a pesar 230 kilos, una cifra que en el siglo xxi ya no impresiona. Los circos solían organizar falsas bodas de mujeres gordas con esqueletos vivientes y de enanos con gigantas. Sin embargo, Baby Bunny y Pete tuvieron dos hijos y una larga vida en común. No solo su casamiento fue real, sino que volvieron a casarse cuantas veces fue necesario para publicitar su show. Pete murió en 1956.

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