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Renée Ahdieh

La ira y el amanecer

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  • Mariana Castellanosmembuat kutipan2 tahun yang lalu
    —Algunas cosas existen en nuestras vidas sólo durante un breve momento y debemos dejarlas ir para que iluminen otro cielo.
  • América Mezamembuat kutipan5 tahun yang lalu
    Ay, las mujeres somos lamentables, ¿no os parece?
    —¿Qué quieres decir?
    —Que somos lo bastante fuertes para conquistar el mundo con las manos desnudas y luego permitimos que llegue algún chico ridículo y nos haga sentir estúpidas
  • Belen Castellanosmembuat kutipan4 tahun yang lalu
    Shezi:

    Mi color favorito es el azul. El aroma a lilas de tu pelo es una constante tortura. Odio los higos. Y, por último, nunca olvidaré, ni un solo día de mi vida, los recuerdos de anoche…

    Pues nada, ni el sol ni la lluvia ni la estrella más brillante en el cielo más oscuro, podría compararse jamás con la maravilla que eres.

    Jalid
  • Belen Castellanosmembuat kutipan4 tahun yang lalu
    Joonam: Término afectuoso que significa «mi todo».
  • Hillary Vilchez Arevalomembuat kutipan5 tahun yang lalu
    deberíais pasar menos tiempo despreciando el juego y más tiempo ejercitando la paciencia necesaria para ganar
  • Evangelionvanmembuat kutipan5 tahun yang lalu
    ningún individuo puede alcanzar todo su potencial sin el amor de otros
  • Loremembuat kutipan2 bulan yang lalu
    —Quédate conmigo esta noche —dijo ella—. Sin reparos. Sé mío.

    Los ojos de él se encendieron.

    —Siempre he sido tuyo. —Le sujetó la barbilla—. Como tú siempre has sido mía.
  • Loremembuat kutipan2 bulan yang lalu
    Tienes toda la razón. No eres mía. —Dejó caer la mano de la puerta—. Yo soy tuyo.
  • Loremembuat kutipan2 bulan yang lalu
    Algunas cosas existen en nuestras vidas solo durante un breve momento y debemos dejarlas ir para que iluminen otro cielo.
  • Loremembuat kutipan2 bulan yang lalu
    —¿Qué me estás haciendo, pequeña calamidad? —susurró él.

    —Si soy una calamidad, deberías guardar las distancias, a menos que quieras que te destruya. —Sin soltar el arma, le dio un empujón en el pecho.

    —No. —Las manos de él bajaron a su cintura—. Destrúyeme.
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