Cura para la vida común

Dios nunca le ha llamado a ser nadie más que usted mismo. Pero sí le llamó a ser el mejor «usted» que pueda ser.La gran pregunta es: ¿quién es usted en su punto óptimo?

El Autor del drama humano sólo le confió su parte a usted.Viva su vida, o no será vivida.

Si usted viera sus deseos como dones a desarrollar, y no como anhelos que hay que suprimir, sentiría el mismo gozo.

Usted no puede ser lo que desee. Pero sí puede ser todo lo que Dios quiere que usted sea

Utilice su singularidad (lo que usted hace)
Para hacer de Dios lo primero (por qué lo hace)
Todos los días de su vida (cuándo lo hace).

Su habilidad revela su destino.

Seis días trabajarás, mas en el séptimo día descansarás» (Éxodo 34.21). De ese versículo, nos gusta la segunda mitad

El almanaque del cielo tiene siete domingos por semana. Dios santifica cada día. Él realiza su santa labor a toda hora y en todo lugar. Él hace extraordinario lo común al convertir en santuarios los fregaderos, en conventos los cafés, y en aventuras espirituales las jornadas laborales de 8 horas.

¿Necesita alguna explicación de la anarquía en el mundo? La acaba de leer. Cuando usted coloca sus dones en el escenario, y yo inflo mi imagen, y a nadie le importa un bledo honrar a Dios, ¿podemos acaso esperar algo menos que el caos?

Él le ha confiado en el proyecto una tarea clave. Examine sus herramientas y descúbrala. Sus capacidades revelan su destino.