Sobre el esquema habitual de la novela de aventuras, Morris West, que con El abogado del diablo logró una de las obras de mayor riqueza conflictiva de la narrativa de nuestro siglo, construye Manchado de sangre, la historia de un hombre entregado por entero a la conquista de la riqueza y que, paradójicamente, encontrará a través de la codicia su propia autenticidad. Como en las obras de Graham Greene, el juego de sorpresa y violencia característico de la novela de acción, es sólo uno de los planos por los que la obra es accesible al lector. Bajo la violencia desbocada y el dinamismo irracional subyace el drama de un hombre entregado a una ambición absurda. La búsqueda de un galeón español hundido en el siglo XVII cuando cubría la ruta Manila-Acapulco, cargado de tesoros, sirve a Morris West para iluminar algunas de las constantes más recónditas del alma humana.