Y las montañas hablaron

He vivido toda mi vida como un pez de acuario, bien protegida en mi gigantesca pecera, tras una barrera tan impenetrable como transparente

Pero el tiempo es como el encanto: nunca tienes tanto como crees

que su amor por mí era tan auténtico, tan vasto y permanente como el cielo

que su amor por mí era tan auténtico, tan vasto y permanente como el cielo, y que siempre pesaría sobre mis hombros.

Pero es importante saberlo, conocer tus raíces. Saber dónde empezaste el camino como persona

Creen que viven en función de lo que desean, cuando en el fondo lo que los guía es aquello que temen

Una aceptación que habría ido tomando forma poco a poco, a lo largo de los años, como la pared rocosa de un acantilado, esculpida por el embate de las olas

Comprendí que el mundo no ve el interior de las personas, y que poco importan las esperanzas, penas y sueños que albergamos bajo una máscara de piel y hueso

para que entiendas que es importante que los más afortunados, la gente como nosotros, sepamos estar a la altura de nuestras responsabilidades.

Es absurdo creer que, pese a todos los augurios, un mundo sobre el que no ejerces el menor control se abstendrá de arrebatarte lo único que no soportarías perder