Si en el caso de otros escritores es importante conocer su biografía para llegar a comprender su obra, en el de Jack London se hace imprescindible, ya que su vida resulta tan emocionante como cualquiera de sus relatos y sólo su nombre es ya evocación de la aventura. En el verano de 1897, tras las primeras noticias del descubrimiento de oro en Alaska, se une a aquellos que, sintiendo la fiebre del oro y de la aventura correr por sus venas, viajaron a los míticos ríos Yukón y Klondike en busca de El Dorado. Como muchos de ellos, London no encontró el precioso metal, pero en cambio sí otro tesoro: una ingente cantidad de material narrativo. Así convirtió sus experiencias en novelas muy populares: El hijo del lobo, La llamada de la selva, Colmillo Blanco… Esta antología recoge los relatos que, con el tema de la gran estampida hacia el oro de Alaska, consideramos más significativos. Es clave en todos ellos la pugna salvaje entre el hombre intrépido, tenaz y valeroso y una naturaleza adversa, imprevisible y cruel que busca destruirlo.