Eliseo Reclus nos presenta en estas páginas cómo la gran evolución del mundo es la vida y en ella está la clave. Nos muestra cómo la revolución es evolución y esta, para serlo verdaderamente, necesita de la revolución.
Fue un destacado geógrafo y anarquista, gran caminante, escritor y luchador. Sus textos e investigaciones inspiraron a varios intelectuales, entre ellos a su amigo Julio Verne; el novelista, que apenas se movió de Francia, utilizó asiduamente los estudios de Eliseo para imaginar y crear los fantásticos escenarios de sus historias y aventuras.
Reclus recorrió el mundo recogiendo datos para sus obras. En 1893, hizo su último gran viaje por Brasil, Uruguay, Argentina y Chile. En Montevideo, ante su muerte en 1905, se realizó un homenaje en el que participaron José E. Peyrot, Emilio Frugoni y Ángel Falco, entre otros.
El autor culmina este pequeño libro, escrito en 1897, diciendo: «Llegará un día en que la evolución y la revolución se sucederán inmediatamente, del deseo al hecho, de la idea a la realización; todo se confundirá en un mismo fenómeno. Así es como funciona la vida».