El secreto que jamás le contó…
Cuando Rowan le dijo a Logan que su vida corría peligro y la subió a su avión privado para sacarla del país y ponerla a salvo, el pánico se apoderó de ella. Tres años atrás, tras una noche de pasión, se había quedado embarazada de él y, aunque le había llamado para decírselo, Rowan se había negado a hablar con ella. Le había enfurecido descubrir que el padre de ella era Daniel Copeland, el hombre que había hecho que su padre acabara en la cárcel y que había destrozado a su familia. Logan era reacia a decirle que tenía una hija y que él era el padre, pero no podía marcharse sin ella. Rowan las llevó a su castillo en Irlanda, y en aquel lugar aislado Logan se encontró a su merced. Él insistía, implacable, en que se casase con él para criar juntos a su hija, pero Logan, aunque añoraba sus besos y sus caricias, se resistía a contraer matrimonio con un hombre que no la amaba.