Las hipotecas basura casi siempre llevaban tipos de interés variable, pero la mayoría de ellas incorporaban también un interés fijo «de enganche» durante los dos primeros años. Así, una hipoteca creada a comienzos de 2005 podía tener durante dos años un tipo «fijo» del 6 por ciento, que en 2007 subiría al 11 por ciento y provocaría una oleada de impagos. El débil tictac de aquellos préstamos se iría haciendo más fuerte con el tiempo, hasta que a la larga mucha gente sospecharía, como sospechaba él, que en realidad eran bombas de relojería. Cuando ocurriera tal cosa, nadie estaría dispuesto a vender seguros sobre bonos hipotecarios basura. Tenía que poner ya sus fichas en la mesa ahora, y esperar a que el casino se despertara