Volver a las colinas, las praderas, los bosques y los lagos del este de África, después de varios años de ausencia, acelera los latidos del corazón y renueva los fluidos del espíritu. Además de eso, recorrer a pie alguno de sus senderos, igual que lo hicieron los antiguos exploradores, resulta tan emocionante como diferente a otro tipo de viaje. Caminándola, se percibe mejor la esencia de África, que no es otra que la esencia misma de la palabra aventura. Diez años después de publicarse Los caminos perdidos de África, Javier Reverte regresa con Colinas que arden, lagos de fuego. Las escalas de este nuevo viaje narran su paso por el fantasmal lago Turkana, en el norte de Kenia, por el Tanganika, en Tanzania, o Chitambo, la pequeña aldea de Zambia donde murió David Livingstone y quedó enterrado su corazón.. Javier Reverte, maestro de la literatura de viajes en lengua española, nos relata con una prosa muy personal y alejada de tópicos, su reencuentro con los habitantes y paisajes del África de nuestros días, salpicándolos con pinceladas del pasado del continente negro, del colonialismo europeo y la edad de las exploraciones. Sin caer en el patetismo o la blandura, el autor recoge la cara y la cruz, las sombras y las luces de un continente tan sufrido como hermoso. El humor, la ternura, la épica y la sensualidad se mezclan en este extraordinario libro de viajes de la mano de un escritor inimitable que se ha ganado el afecto de miles de lectores.