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Hans Magnus Enzensberger

El laberinto de la inteligencia

  • XRicardo CartasXmembuat kutipantahun lalu
    se sorprenden cuando llega a sus oídos la afirmación de que nadie sabe con exactitud qué es exactamente eso: la inteligencia
  • XRicardo CartasXmembuat kutipantahun lalu
    En cualquier caso, todo aquel que quiera ser considerado moderno debe ser, necesariamente, inteligente.
    Algunas personas que valoran esta cualidad
  • conradoarzagamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    En el año 2007, el buscador Google arrojaba 109.000.000 resultados para las siglas inglesas IQ, y, según el estado de ánimo de cada cual, resultará desesperante o divertido enumerar algunos de los títulos que se ofrecían en la red: CI del management: conozca y aumente su inteligencia de liderazgo; ¿Cuál es su CI judío?; El gran libro del CI sobre el fútbol; Conozca su CI sobre el rock; Test de CI para gatos.
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    y te escurres de puntillas en la arrogancia de aristocrático carraspeo,
    cómo nos cubres con el fétido aliento de una musa ebria
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    pues, nuestro pequeño paseo por el laberinto de la inteligencia nos conduce a una sencilla conclusión: no somos lo suficientemente inteligentes para saber qué es la inteligencia.
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    institución financiada por la Fundación Rockefeller. Una de sus cabezas pensantes, John McCarthy, acuñó el término inteligencia artificial (IA). El Massachusetts Institute of Technology sirvió de incubadora a sus adeptos. En dicha institución enseñaban expertos como Marvin Minsky, para quien el objetivo de la IA es la superación de la muerte, o Hans Moravec, que soñaba con un robot que copiaría todo lo almacenado en el cerebro humano a un ordenador, de tal modo que nuestra biomasa mortal se volvería superflua. Su colega Ray Kurzweil pronosticó sin sonrojarse: «Conquistaremos el poder sobre la vida y la muerte.»26
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    Y, en tercer lugar, la obstinación con la que se establecen comparaciones con todo tipo de animales puede hacer pensar que la evolución, a excepción de nosotros mismos, sólo ha producido lastimosos seres defectuosos. Resulta curioso que la convivencia milenaria con el perro, la oveja, la vaca, la cabra, el caballo y otros compañeros no haya escarmentado a la humanidad; y eso por no hablar de nuestros parientes más cercanos, los primates.
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    En primer lugar, cuando se trata de deficiencias, el vocabulario de que disponemos es mucho más rico que el que describe nuestras cualidades más elogiables. Ciertamente, dichas cualidades no se contemplan con actitud acrítica; abundan todo tipo de reservas, y la envidia y la malicia juegan en ello su papel. Pero cuando se trata de la estupidez, el tono ofensivo impera por doquier.
    En segundo lugar, se diría que a todos aquellos que pretenden expresar su rabia o su desprecio hacia los estúpidos les cuesta distinguir entre lo cotidiano y lo patológico. El léxico corriente tiende a meter la enfermedad y la estupidez en el mismo saco. No queda claro si al que «está mal de la cabeza» sencillamente le falta sensatez o si constituye un caso para la psiquiatría. Se ignoran indiscriminadamente las a menudo muy notables capacidades intelectuales de los pacientes esquizofrénicos o autistas. Aunque con frecuencia estas personas sólo alcanzan un coeficiente intelectual (CI) de 50, algunas de ellas exhiben habilidades excepcionales. Este fenómeno ha dado incluso lugar a un
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    en su sano juicio; no estar en sus cabales; mal de la cabeza; mal del tarro; como una cafetera; a tontas y a locas; estar en Babia; hacer el primo; no saber contar hasta tres; tener un tornillo flojo; la cabeza llena de pájaros; estar gagá.
    Tampoco nos quedamos cortos en sustantivos especializados. Aquel o aquella de más allá se puede calificar de:
    Cabeza hueca, cabeza de chorlito, cabeza loca, cabeza cuadrada; tonto (de capirote, del bote, de baba, de remate, del haba); tonto perdido; ceporro; mastuerzo; idiota; cretino; botarate; demente; lunático; cebollino; mostrenco; maniático; gilí; zote; papanatas; zoquete; memo; lerdo; mendrugo; inepto; palurdo; enano (mental); zopenco; pasmarote; adoquín
  • Talia Garzamembuat kutipan2 tahun yang lalu
    De hecho, tampoco para la estupidez existe una sola palabra que haga justicia a la variedad de los fenómenos que la constituyen. En este caso, en lugar de enzarzarnos en las sutiles diferenciaciones que corresponderían, debemos conformarnos de buen grado o a la fuerza con una somera lista del material disponible:
    Insensato; tonto, atontado, tontaina, atontolinado; necio; estúpido; ingenuo; pasmado; menguado; alelado; corto; limitado; pirado; obtuso; confuso; lento; cabezudo; descerebrado; candoroso; simple; torpe; incapa
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