El secreto de Lizzie tenía nombre, Thea. ¡Y era su hija!
Cuando Damon Gavros entró en el restaurante donde trabajaba Lizzie Montgomery, el abrasador deseo mutuo atravesó el calor de la cocina. Instantáneamente, ella retrocedió once años, a la maravillosa noche que habían compartido. Y aunque él fuera la causa de que Lizzie lo hubiera perdido todo, la irresistible conexión entre ambos seguía echando chispas. Sin embargo, había una cosa que Damon no sabía de Lizzie… todavía.
Damon estaba seguro de que Lizzie le ocultaba algo y tenía la intención de averiguarlo…