En el 2008, se declara en México la mal famosa guerra contra el narcotráfico. Los estados que más sufrieron el arrebato de las consecuencias de esta guerra fueron aquellos colindantes con la frontera a los Estados Unidos de América. Aunado a eso, existía una profunda crisis política llena de corrupción y pactos con el narcotráfico. Y es en este contexto que se desenvuelve esta historia, inspirada en diversas situaciones reales, plasmadas en vivencias que convergen entre sí para describir la cotidianidad de una entidad que de pronto se volvió una de las más peligrosas del mundo. Después de interferir en un intento de secuestro que culminó en un trágico accidente y la muerte de las víctimas, Santiago comienza un proceso psicoterapéutico por orden del comandante Homero Romero. A lo largo de la historia, su terapeuta, el Dr. Paulo Holguín, lo adentrará a un pasado oculto en su mente que lo llevará a sospechar de sí mismo como el presunto asesino de sicarios del que todos comienzan a hablar, pero al llegar a oídos del narcotráfico, un demente jefe de sicarios decide tomar la batuta de vigilar a este policía para torturarlo psicológicamente de formas muy peculiares. Paralelamente, Daniela, una periodista aguerrida, lleva sus esfuerzos por contar al público las noticias que los medios comprados por el gobierno no se atreven a decir, y es así como se encuentra con Santiago, a quien lo anuncia como el justiciero que se está atreviendo a hacer lo que otros policías no hacen: asesinar a los sicarios por mano propia. Lleno de intrigas, entrelazadas con varios personajes hacen de Asesino de sicarios un libro que te mantendrá al filo en cada página, y en donde un giro completamente inesperado hará de la historia un thriller psicológico mucho más allá de lo predecible.
