estos casos, la historia, como en otros ensayos autobiográficos, es el sentido amplio que el autor está extrayendo de ser partícipe de la situación. Pero en estos textos el equilibrio entre el mundo y el yo se ha más que nivelado, y hace que el narrador vaya cambiando, hacia lo hondo y hacia dentro. Tanto en «Apuntes de un hijo nativo» como en «Matar a un elefante» la prosa se ve invadida por una poco habitual profundidad de indagación en el yo. Es la profundidad con la que se indaga lo que lleva la narrativa personal del ensayo autobiográfico a las memorias.