Ágata Oszeszek

  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    un poblado etíope levantado en medio de las montañas, corre tras de mí un grupo de niños deshechos en risas y regocijo; me señalan con el dedo y exclaman: Ferenchi! Ferenchi!, lo que significa, precisamente, «otro», «extraño»
  • Nikolai C.membuat kutipan3 bulan yang lalu
    Cada uno de esos desconocidos que encontramos en nuestros periplos por el mundo parece llevar en su interior a dos personas; se trata de una dualidad que a menudo resulta difícil discernir, cosa de la que no siempre nos damos cuenta. Una es un ser como todos nosotros, con sus alegrías y sus tristezas, con sus días buenos y malos, alguien que celebra sus éxitos, al que no le gusta pasar hambre ni frío, que percibe el dolor como desgracia y sufrimiento, y la suerte como disfrute y realización. El segundo ser, que se solapa y entrelaza con el primero, es portador de unos rasgos raciales determinados, de una cultura, unas creencias y una ideología. Ninguno de estos seres se manifiesta en estado puro, por separado; los dos conviven y se influyen mutuamente.
  • Nikolai C.membuat kutipan3 bulan yang lalu
    Sapir-Whorf: la del llamado relativismo lingüístico. Resumida al mínimo, dice que el pensamiento se forma a partir del lenguaje y que, como hablamos diferentes idiomas, cada comunidad crea su imagen del mundo, propia e intransferible. Las cosmovisiones ni coinciden, ni son intercambiables. Por eso mismo el diálogo, aunque no imposible, exige de sus participantes grandes dosis de esfuerzo, de paciente tolerancia y de voluntad de entendimiento y compenetración.
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Resulta difícil justificar la guerra; opino que la pierden todos porque pone de manifiesto el fracaso del ser humano al revelar su incapacidad de entenderse con los Otros, de meterse en su piel; y porque pone en tela de juicio su bondad y su inteligencia. Cuando el encuentro con los Otros tiene como desenlace la guerra, invariablemente acaba en tragedia, en un baño de sangre.
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Resulta difícil justificar la guerra; opino que la pierden todos porque pone de manifiesto el fracaso del ser humano al revelar su incapacidad de entenderse con los Otros, de meterse en su piel; y porque pone en tela de juicio su bondad y su inteligencia. Cuando el encuentro con los Otros tiene como desenlace la guerra, invariablemente acaba en tragedia, en un baño de sangre.
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Resulta difícil justificar la guerra; opino que la pierden todos porque pone de manifiesto el fracaso del ser humano al revelar su incapacidad de entenderse con los Otros, de meterse en su piel; y porque pone en tela de juicio su bondad y su inteligencia. Cuando el encuentro con los Otros tiene como desenlace la guerra, invariablemente acaba en tragedia, en un baño de sangre
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Resulta difícil justificar la guerra; opino que la pierden todos porque pone de manifiesto el fracaso del ser humano al revelar su incapacidad de entenderse con los Otros, de meterse en su piel; y porque pone en tela de juicio su bondad y su inteligencia. Cuando el encuentro con los Otros tiene como desenlace la guerra, invariablemente acaba en tragedia, en un baño de sangre
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Lo que mejor expresa esta actitud es una doctrina de la China antigua: el no chino era considerado excremento del diablo o, en el mejor de los casos, pobre desgraciado que había tenido la mala suerte de no haber nacido chino. En consecuencia, ese Otro era representado como perro, rata o reptil. El apartheid fue y sigue siendo una doctrina de odio, desprecio y repugnancia hacia el extraño, hacia el Otro.
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Lo que mejor expresa esta actitud es una doctrina de la China antigua: el no chino era considerado excremento del diablo o, en el mejor de los casos, pobre desgraciado que había tenido la mala suerte de no haber nacido chino. En consecuencia, ese Otro era representado como perro, rata o reptil. El apartheid fue y sigue siendo una doctrina de odio, desprecio y repugnancia hacia el extraño, hacia el Otro
  • Josué Osbournemembuat kutipantahun lalu
    Lo que mejor expresa esta actitud es una doctrina de la China antigua: el no chino era considerado excremento del diablo o, en el mejor de los casos, pobre desgraciado que había tenido la mala suerte de no haber nacido chino. En consecuencia, ese Otro era representado como perro, rata o reptil. El apartheid fue y sigue siendo una doctrina de odio, desprecio y repugnancia hacia el extraño, hacia el Otro.
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