Los bostezos fingidos, aquella escenificación de quedarse en la cama y la simulada indecisión te hacían pensar que lo que habían querido todos esos años no era que sucedieran cosas concretas, sino que siguieran existiendo posibilidades abstractas.
María Mendozamembuat kutipantahun lalu
Cuando mi abuela se enteró se puso a gritar, casi fuera de sí, que la violencia contra los niños no difería en nada de la violencia de Estado.
María Mendozamembuat kutipantahun lalu
Ellos no tenían nada. Nosotros sabíamos que no lo teníamos todo. Pero nos bastaba; todos teníamos las mismas cosas, además de lo que más importaba: la verdadera libertad