Bibiana Ricciardi

Lo que se calla se olvida. Hasta que ya no es. Desaparece. Muere.

Haile Gerbreselassie dice: «En la maratón como en la guerra necesitas de un general y un soldado, el general es la mente, el soldado es el cuerpo».

El deporte es con dolor. El que no está preparado para el dolor no puede entrenar

Soy ingenua. No soy ingenua. Estoy ingenua. Atontada.

Ni mira el suelo que pisa. Conoce cada centímetro de la vereda, cada pozo, cada bajada de cordón. Trote monótono, repetido. Sin esfuerzo. Podría apretar el paso, duplicar el ritmo. No lo hace. No lo necesita.

¿Sufre? Aquello que la avergüenza vuelve a sonrojarla cuando lo piensa. Le gustaría borrar la imagen.

No se repara. Se esconde. Para qué me voy a operar. Así estamos bien.

La vida existe gracias a que tiene límite.

El que no está preparado para el dolor no puede entrenar.

Ese es un excelente tiempo, tanto que lo bautizo: Ritmo Memoria. Lo hago así para que mi cuerpo lo grabe y lo adopte y para que mi mente también lo tenga claro para cuando lo necesite. Me siento bien corriendo a esa velocidad.