Félix García Hernán

Tenía prácticamente todos los clásicos de Hitchcock, aderezados con algunos de Howard Hawks y otros más actuales de Brian de Palma

n absoluto eran propios de él los cambios de humor que tenía últimamente, sin saber, o quizá sin querer saber a qué achacarlos.

Qué paciencia hay que tener contigo últimamente —dijo mientras echaba mano a su portafolios

Respiró profundamente y contó hasta cinco antes de contestar

Pero ya está aquí. Le ruego que sea lo más breve posible. Mi hijo está dormido y yo tengo que madrugar mañana

Yo solo quiero lo mejor para ti». ¡Cuántas veces había escuchado esa misma frase en boca de su marido, cuando este intentaba robarle a su hijo, o los bienes que compartían

Tus subordinados te siguen a ciegas por lo bien que sabes venderles la moto y también, por qué no decirlo, por la baraka que siempre te ha acompañado.»

De toda la filípica que me acabas de soltar, de lo único que te puedo acusar es de soberbia

Sí, de la inmensa soberbia que sueltas hasta por el culo al pensar que tienes la obligación de ser perfecto. Y no lo eres

Si algo has hecho bien en tu vida, no creas que ha sido el ser un ejemplo en el cuerpo y en la sociedad. Tu gran mérito es el de haber hecho amigos de verdad. Muchos, por cierto