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Ottessa Moshfegh

  • Noemi Esquermembuat kutipan4 bulan yang lalu
    Este año no tengo ningún propósito —dijo Reva. Bajó el volumen de la radio y cambió de emisora—. Soy incapaz de mantener las promesas que me hago a mí misma. Soy como mi peor enemigo. ¿Y tú?
  • Melody Andersonmembuat kutipan9 bulan yang lalu
    mantenerme a flote gracias a los afectos fáciles que nacían de las inseguridades de las demás.
  • Melody Andersonmembuat kutipan9 bulan yang lalu
    No había mucho que decir. Así supe que el sueño estaba surtiendo efecto: cada vez estaba menos apegada a la vida. Si seguía adelante, pensaba, desaparecería completamente y luego reaparecería bajo una nueva forma. Esa era mi esperanza. Ese era mi sueño.
  • Nat Morenomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    la tristeza con forma de luna de sus ojos.
  • Nat Morenomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    Picasso hizo bien al empezar a pintar a los tristes y abatidos. Los azules. Miraba por la ventana su propia miseria. Aquello era respetable.
  • Nat Morenomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    aquellos pintores de fruta solo pensaban en su propia mortalidad, como si la belleza de su obra pudiese aplacar de alguna forma su miedo a la muerte.
  • Nat Morenomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    ¿Fueron noches plagadas de pesadillas? Quizá sí entendieron que, en realidad, la belleza y el significado no tenían nada que ver la una con el otro. Quizá vivieron como auténticos artistas, sabiendo todo el tiempo que no había puertas al paraíso. Ninguna creación ni ningún sacrificio llevarían a nadie al cielo. O quizá sí.
  • Nat Morenomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    En la humedad que transportaba el viento cálido se mezclaba el sudor de la ciudad con la porquería y la mugre con la embriagadora exuberancia fragante de la hierba y los árboles. Las cosas estaban vivas. La vida zumbaba entre los tonos verdes, desde los pinos oscuros y los helechos flexibles al musgo amarillo lima que crecía en una roca gris enorme y seca. Saltamontes de color miel y el fulgor amarillo de los ginkgos. ¿Qué tenía de malo el color amarillo? Nada.
  • Nat Morenomembuat kutipan9 bulan yang lalu
    Respiré y caminé y me senté en un banco y observé cómo una abeja sobrevolaba en círculos las cabezas de un rebaño de adolescentes que pasaba. Había majestuosidad y gracia en el lento balanceo de las ramas de los sauces. Había bondad. El dolor no es la única piedra de toque del crecimiento, me dije a mí misma.
  • Verónicamembuat kutipanbulan lalu
    Era una persona insignificante, pensaba yo, un desconocido que atravesaba con cuidado su vida doméstica con dos mujeres desconocidas a las que jamás podría comprender.
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