Salto de página

  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    Nunca he entendido eso de las flores; los muertos son muertos, dijo Josué cuando lo comentamos. Le aclaré que en realidad las flores son para apaciguar a los que se quedan, uno no tiene que ser antropólogo para saberlo.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    En el fondo, mi madre no me perdona que no me haya convertido en lo que ella fue, que no sea una mujer unida a un hombre con un papel de por medio, que no piense, ni por asomo, en casarme o en pagar una hipoteca. Que se me ocurra venir a quedarme así, sin compañía, en un lugar tan remoto.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    La enfermedad que se nos esconde en la cabeza es la más hostil de todas las afecciones, la que más rápido nos expulsa del mundo circundante, la que más nos convierte en algo que se parece a los zombis.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    Ningún hombre me ha tocado desde entonces. Soy veneno desde que me vacié del tumor que él me sembró. Mi vientre herido y, por lo tanto, emponzoñado, es la tierra yerma y estéril de la que todo lo que está vivo se aleja. Tal vez ese niño no era de nadie. Tal vez a ese niño solo lo concebí yo.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    El sueño viene, por fortuna. El sueño: ese reparador de todos los males. El sueño: ese implacable devorador.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    También, secretamente, espero que pueda decirme algo del caserío, de las mujeres, de las carretas. De los pájaros que siento que me visitan por las noches y a los que ayer me pareció vislumbrar en pleno día agitando sus alas blancas en la enramada, en dirección al camino que va al caserío.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    Por la noche escribo: He visto a las mujeres de blanco, no las soñé. Las he visto de verdad y yo estaba despierta, y ellas me miraban de pie bajo el sol de la tarde y murmuraban mi nombre.
  • Vanessa Pugamembuat kutipanbulan lalu
    Los ojos de las aves, en particular, están más cerca, como si la distancia entre ellos y su presa se hubiera acortado. Ahora lo sé: ellos son los depredadores y yo soy la víctima. No, no, eso no está bien. Quise decir ella. Ella es la víctima, la mujer que espera en la oscuridad. La confusión es normal; es el efecto lógico de las cosas que parecen estar cambiando todo el tiempo
  • Vanessa Pugamembuat kutipan19 hari yang lalu
    Histeria: ese mal propio de la condición femenina. Yo he estado histérica, pienso, esto podrían habérmelo preguntado a mí. Me han vaciado el útero lleno de la histeria de un hijo muerto. Expulsar al enemigo requiere siempre de un esfuerzo enorme de la voluntad. ¿Por qué he pensado eso? De pronto, saber que no he sido capaz de llevar a término el sencillo, natural acto de procrear me llena de una ira que enseguida se transforma en un pesar tibio y aguado, en un dolor diluido.
  • Vanessa Pugamembuat kutipan18 hari yang lalu
    El ritual, todo ritual, requiere por parte del que lo practica y del que es el receptáculo un acto de purificación, un momento único e irrepetible que implica deshacerse de la piel de antaño para penetrar en una piel nueva y, en ese estado, emerger al mundo como un recién nacido, algo similar a la obligada transformación de la crisálida en imago.
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