Renacimiento

Kutipan

melissafloresquispe2membuat kutipanbulan lalu
—¡Celia, que ya es tarde!

—No, aún no. Como la merienda ha de ser cena para vosotras, pues si no, tenéis pesadillas, es preciso que sea lo más tarde posible. Merendaremos a las seis, debajo de los álamos que hay a la bajada de los puertos
melissafloresquispe2membuat kutipanbulan lalu
Entonces la niña, sin darse cuenta de lo que hacía, tiró de la cestita hasta la ventana que estaba abierta, y el globo se elevó con don Diego y su música hasta perderse en las nubes…

María Mercedes dejó de verlo mucho antes, porque tenía los ojos llenos de lágrimas… Don Pituso se ha ido a una estrella y no ha vuelto más… Ahora la casita está vacía otra vez, y como no cabe ninguna muñeca, solo sirve para mirarla…
Wilson Santosmembuat kutipan2 tahun yang lalu
El silencio en que caemos ante lo bello es un profundo esperar, un querer oír las más finas y lejanas tonalidades; nos conducimos como una persona que fuera todo oídos y ojos; la belleza tiene algo que decirnos, por eso guardamos silencio y no pensamos en lo que en otra ocasión pensaríamos. Por consiguiente, nuestro silencio, nuestra expectación, nuestra paciencia, es una preparación y nada más. Esto es lo que sucede en toda «contemplación».
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