«Madrugar»; tras lo cual su pensamiento, cogiendo la palabra de nuevo, vino a hilvanarla en una idea: «La política mexicana no conjuga más que un verbo: madrugar».
José Mondragónmembuat kutipan2 tahun yang lalu
Comprendía que su caso era desesperado, mas no se sentía en él.
José Mondragónmembuat kutipan2 tahun yang lalu
«¡Viva México!». Así habían dicho en las horas más crueles de la Revolución
José Mondragónmembuat kutipan2 tahun yang lalu
Asesinos son Leyva y usted, pero asesinos que no saben ni su oficio.
José Mondragónmembuat kutipan2 tahun yang lalu
Cayó, porque así lo quiso, con la dignidad con que otros se levantan.
José Mondragónmembuat kutipan2 tahun yang lalu
rguido entre el cadáver de uno de los amigos y el dolor del otro.
Luis F. Guzmánmembuat kutipan2 tahun yang lalu
la hora terrible de las responsabilidades
Luis F. Guzmánmembuat kutipantahun lalu
Cuando él quería, podía hacer, mandando en voz baja, que se le escuchara a distancias adonde otros no hubieran sido escuchados ni a gritos.
Luis F. Guzmánmembuat kutipantahun lalu
muy dulcemente en la forma, pero vigorosísimo en el razonamiento,
Luis F. Guzmánmembuat kutipantahun lalu
“En la vida, general —dijo—, sobre todo para el manejo de los hombres y su gobierno, la buena voluntad es lo único indispensable y útil”.
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