Fernando Rivera Calderón

  • Martín Eduardo Martínezmembuat kutipantahun lalu
    Llegamos tarde a todo

    Llegamos tarde a todo.
    Nadie nos esperó.
    Todo era viejo
    (hasta lo nuevo era viejo).
    Todos ya habían nacido
    o habían muerto,
    y las cosas del mundo
    tenían una sábana blanca encima,
    como los muebles de una casa abandonada.
    Se escuchaban
    rumores de otros tiempos,
    aparentemente mejores.
    Y ya no había dinosaurios
    ni unicornios
    ni ornitorrincos.
    Llegamos tarde a todo
    y nadie nos esperó
    para ser expulsados del paraíso
    ni para subir al arca de Noé.
    Llegamos tarde;
    cuando las sirenas ya habían cantado,
    cuando los peces se habían multiplicado
    y la cruz de Cristo era una silla.
  • Martín Eduardo Martínezmembuat kutipantahun lalu
    Llegamos tarde a todo
    y nadie nos esperó
    para ser expulsados del paraíso
    ni para subir al arca de Noé.
    Llegamos tarde;
    cuando las sirenas ya habían cantado,
    cuando los peces se habían multiplicado
    y la cruz de Cristo era una silla.
  • Martín Eduardo Martínezmembuat kutipantahun lalu
    Llegamos tarde
    a la repartición del cielo
    y de la tierra,
    cuando la tierra
    ya sólo era
    el gran cementerio.
    Un hermoso jardín
    de huesos molidos
    y gusanos
    hambrientos.
  • Martín Eduardo Martínezmembuat kutipantahun lalu
    Nos cuidábamos de todo
    y siempre alguien
    se moría de otra cosa.
    De hecho,
    primero se morían los que más se cuidaban.
  • Martín Eduardo Martínezmembuat kutipantahun lalu
    l descuido,
    finalmente,
    fue visto

    como un signo
    de adaptación.
  • Martín Eduardo Martínezmembuat kutipantahun lalu
    ¿No es todo lo que existe
    la evidencia
    de un descuido
    interminable?
  • Brenda Jiménezmembuat kutipan2 tahun yang lalu
    Tu
    amor
    me
    d i l a t a.
    La
    realidad
    me
    contrae.
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