Estos hijos de puta han ofrecido sus servicios y Grim se lo ha tragado», piensa Tyler. En medio de ellos se tambalea Katherine, doblada de forma poco natural, como si se le hubiera roto la columna vertebral, y la están arreando hacia delante como se arrea al ganado, usando palos de escoba con la cabeza arrancada. A juzgar por cómo se mueve la bruja, está muerta de miedo. Su boca cosida forma una mueca torcida de horror y se aferra con desesperación a las plumas de pavo real carbonizadas que salen de su —«Esto es irreal», piensa Tyler— bolsa de la compra del Market & Deli. Katherine no para de intentar darse la vuelta y marcharse, pero ellos vuelven a empujarla con brusquedad. Jaydon la golpea con su palo de escoba y el cuerpo de la bruja se dobla de dolor, lo que la fuerza a caminar hacia el otro lado. Para Tyler es un misterio por qué está tan apegada a ese estúpido pavo real, pero lo está; desesperada, soporta el maltrato en lugar de desaparecer y tener que dejar atrás su bolsa de la compra