Isabel Margelí

Hemos intentado corregirle mil veces, pero no hay nada que entender: la lengua del inmigrado siempre se integra menos que él.

Con un viejo es más duro que con un bebé. A una criatura no te da vergüenza limpiarle el culo ni darle de comer, hasta tiene su qué. Un bebé sí que puedes decidir si tenerlo o no. Pero con un viejo es duro, y más cuando es tu padre o tu madre.

Con un viejo es más duro que con un bebé. A una criatura no te da vergüenza limpiarle el culo ni darle de comer, hasta tiene su qué. Un bebé sí que puedes decidir si tenerlo o no. Pero con un viejo es duro, y más cuando es tu padre o tu madre.

árabe racista en Francia: no deja de ser el colmo.

Oye, ibni —«ibni» es ‘hijo’ en el dialecto árabe-sirio de mi padre—.

Con el culo en la silla, le dan al teclado para llenar páginas de internet. Los de la radio repiten lo que dicen los periódicos, y los de la tele repiten lo que dicen en la radio. Un sesenta y nueve perpetuo en el que cada cual le lame el culo al otro. Por fuerza apesta luego el aliento.

«Libertad para los prepucios». ¡Ja, ja, ja! El mío sigue ahí. A mis viejos les daba lo mismo y mi hermano y yo conservamos nuestros pitos de babtus. Así que si estoy follando con una magrebí intento que no lo vea o le doy alguna explicación médica; si no, me rallan y ponen cara de asco. Racismo sexual.

Libertad para los prepucios». ¡Ja, ja, ja! El mío sigue ahí. A mis viejos les daba lo mismo y mi hermano y yo conservamos nuestros pitos de babtus. Así que si estoy follando con una magrebí intento que no lo vea o le doy alguna explicación médica; si no, me rallan y pon

En mis noches de tormenta, cuando el corazón me falla y estoy mal y se rompe el mundo, aquel grito resuena en bucle dentro de mi cabeza, como un disco rayado que el diablo hubiera atornillado a una pletina. Entonces me quedo sentado en la penumbra, aguardando mi luz.

El islam no tiene nada contra Occidente.