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  • Nora Lazcanomembuat kutipan3 bulan yang lalu
    —De nada, enhorabuena, te queda genial este vestido —me dijo la muy zorra.

    —¿En serio? —dije—, gracias, me lo compró Carlos. Me lo pongo ahora, porque dentro de nada, ya no me entrará —dije con ironía y rabia.

    Me abracé a mi novio, el padre de mi bebé... Estaba muy feliz y al mismo tiempo muy dolida por los comentarios de esas malditas idiotas. Tiempo al tiempo. Ellas se lo pierden. Ya se darán cuenta de que soy buena persona.

    Se despidieron de nosotros casi de madrugada. Estaban todos borrachos menos yo. Carlos iba hacia la puerta abrazado a las dos exrrollitos. Me daba rabia. Siempre estaban ahí, a su lado. Pero la que más rabia me
  • d12372971membuat kutipan2 bulan yang lalu
    En ese recorrido itinerante
  • b4785739917membuat kutipanbulan lalu
    Algunas mujeres dudábamos
  • Carmen Jordana Roldánmembuat kutipan2 tahun yang lalu
    Encontré el primer acto de esta obra y quedé admirado del ingenio y estilo desenfadado nunca antes visto ni oído.
  • Carmen Jordana Roldánmembuat kutipan2 tahun yang lalu
    Contó lo sucedido a su criado Sempronio el cual le aconsejó, para que le remediara su mal, recurrir a una vieja llamada Celestina,
  • Carmen Jordana Roldánmembuat kutipan2 tahun yang lalu
    CALISTO.- ¿Y a mí qué más me da?

    SEMPRONIO.- En verdad no eres cristiano.

    CALISTO.- ¿Yo? Melibeo soy, y a Melibea adoro, en Melibea creo y a Melibea amo.
  • erikamezquiticmembuat kutipantahun lalu
    No se puede obligar a querer, no puedes conseguir que te quieran porque tú lo desees.
  • erikamezquiticmembuat kutipantahun lalu
    lo sabía, pero fue lo que evitó su suicidio. Había ideado su propia vida, corta, pero ya intensa, al margen de la realidad. Porque Violeta seguía pensando en la muerte como un recurso a su alcance, para cuando no lo quiera soportar más, para cuando la tristeza me duela demasiado; siempre podía esperar “a ver qué pasa mañana” —pensaba.
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