Es una de las cosas más poderosas que puede hacer cualquier persona viva, elegir criar a un hijo. Ya sea que sea un niño relacionado genéticamente o uno que haya obtenido de otra familia, un niño es un compromiso de por vida. ¡Es peor que un cachorro!
Hay un dicho muy conocido que dice que tener un hijo es llevar el corazón por siempre fuera del cuerpo. Hasta cierto punto eso es cierto. ¿Crees que la angustia adolescente era mala? ¡Es la primera vez que tienes que lidiar con la angustia de tu propio hijo!
Con nuestras vidas ocupadas, es tan fácil prepararnos para asegurarnos de que nuestros hijos tengan todos los elementos esenciales cubiertos, como comida, refugio, aprender a leer y escribir, y todos esos trabajos importantes realizados, que olvidamos que gran parte de lo para lo que nuestros hijos nos necesitan es para que les impartamos una chispa de deseo de triunfar, de convertirse en todo lo que fueron hechos para ser.
Es el impulso de muchos padres ver a sus hijos superarlos en su vida de alguna manera. Ya sea con un talento, una pasión descubierta o su nivel de vida, los niños deben poder combinar lo que aprenden de nuestros errores y nuestras lecciones de vida con las lecciones y oportunidades que ellos mismos enfrentan y recopilarlas para tener éxito.