Me casé con él porque mis padres deseaban que lo hiciera, y durante los años transcurridos he creído que el matrimonio es siempre así. Pero ahora tengo la sensación de que acepté a un hombre totalmente inadecuado para mí. Tengo que aguantarle, por supuesto, ya que es mi legítimo esposo, pero hay ocasiones en las que me siento incómoda solo con verle.