Lo que quería… lo tomaba
Cruelmente rechazada en su noche de bodas, Noelle Ducasse escondió la vergüenza de ser una esposa virgen creándose una nueva vida glamurosa para ocultar su profunda y dolorosa soledad. Hasta que Ammar regresó.
La imagen de los ojos cándidos de Noelle seguía acompañando a Ammar. Ella podía resistirse cuanto quisiera, pero en esa ocasión el despiadado Ammar no aceptaría un rechazo. Utilizaría cada instante de cada noche para demostrarle a su mujer que, por mucho que su mente lo negara, podía derretirse con las exquisitas caricias de su marido.