Volumen 21 de la colección Cuba: la Naturaleza y el Hombre. En él se ofrece al lector un exhaustivo estudio –iniciado por el destacado espeleólogo cubano Antonio Núñez Jiménez en la década de 1950— de la Cueva de Bellamar. El autor se refiere, entre otros detalles, a los principales salones y galerías de la Cueva; expone la diversidad de las formaciones secundarias: estalactitas, estalagmitas, helictitas, flores de piedras y formaciones cristalográficas consideradas entre las más bellas del mundo. Todo ello acompañado de imágenes. También se incluyen en los anexos de la obra las investigaciones que por muchos años han realizado los espeleólogos de Matanzas, dirigidos por el Dr. Ercilio Vento Canosa y Esteban Grau González-Quevedo, quienes, junto a decenas de jóvenes espeleólogos han logrado ampliar el entorno de la caverna y convertirla en la Paleo Gran Caverna que tenemos hoy.