Kutipan
Pero el Dolor no es un lugar que pueda dejarse atrás fácilmente. Habitamos el reino del Dolor. El dolor nos habita.
Dolor dictat.
Escribimos sobre el dolor, pero el dolor nos reescribe.
Dolor dictat.
Escribimos sobre el dolor, pero el dolor nos reescribe.
«Le he puesto nombre a mi dolor, lo he llamado “perro”. Es tan leal, tan molesto y descarado, tan entretenido y listo como cualquier otro perro y puedo regañarle y desahogar mi mal humor con él, al igual que hacen los demás con sus perros, sus criados y sus esposas.»
En el caso de Eva el dolor del parto es una metáfora que abarca todo tipo de sufrimientos, pues representa cruzar el umbral de la vida, nuestra entrada en el mundo, como si se nos anunciara una vida de sufrimiento tras ese nuestro primer paso.
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